martes, 14 de diciembre de 2010

ANA Y MÍA

Ya estamos aquí otra vez, hemos tardado en escribir otra entrada debido a que hemos estado un poco agobiadas por los exámenes.
-Virtu, ¿has oído hablar de ANA?
-sí, ¿y tú de MÍA?
-también, pero quizás alguno de nuestros seguidores todavía no las conocen, así que, ¿por qué no se las presentamos?
-me parece perfecto, empezaremos por ANA
-ANA es el nombre que muchas anoréxicas dan a la Anorexia Nerviosa, consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. Es un síntoma frecuente en multitud de enfermedades y situaciones fisiológicas consistente en la disminución del apetito, lo que puede conducir a una disminución de la ingesta de alimentos.
La causa más común de anorexia es la propia saciedad tras la ingesta de alimentos.
Se da sobre todo en adolescentes que influidas por la sociedad intentan conseguir el modelo que la propia sociedad impone.
-¿Virtu, que hay de MÍA?
-MÍA es el nombre que muchas bulímicas dan a la Bulimia Nerviosa, forma parte de un trastorno psicológico y un trastorno alimentario. Es una conducta durante la cual el individuo se aleja de las pautas de alimentación saludable consumiendo comida en exceso en periodos de tiempo muy cortos (lo que le genera una sensación temporal de bienestar), para después buscar eliminar el exceso de alimento a través de ayunos, vómitos, purgas o laxantes.

                "Cuando Comer es un Infierno"
"Pienso en las mujeres de los siglos pasados que ingerían vinagre para cultivar su palidez y sus ojeras, en las que se daban fricciones con mercurio, o las que se depilaban la mitad de la frente para alargar de manera interesante sus facciones y mostrar la delicada curva del cráneo.
Pienso en las deformidades y dolores que causaban los corsés, en la falta de oxígeno y en la pesadez de arrastrar un miriñaque.
Pienso en los pies vendados de las mujeres chinas, en los collares que alargan y descoyuntan el cuello y en los tatuajes rituales de algunas tribus africanas.
Pienso en las grandes bellezas de la historia, y en cómo siempre existía algo que las vonvertía en mujeres peculiares, fuera su inteligencia, su ambición o su destino trágico.
Pienso en las barbaridades cometidas en nombre de la belleza, la virginidad o el papel de la mujer, y ninguna me parece más extrema, más dolorosa y grave que la actual obsesión por la delgadez y la juventud."